viernes, 7 de marzo de 2008

Las cenizas que se encuetran bajos mis ojos, bajo los párpados de alguien que quiso que la luz empañase su corazón. Las cenizas que ahora ahogan mi vista y que otorgan el poder a la capacidad de escuchar lo que no está sonando. Las cenizas. Las cenizas ahora se enredan en mi pelo, las cenizas negras que ennegrecen todo aquello a lo que se le da importancia, pero que realmente no la tiene.

Las cenizas de todo lo que yo creía ver.
Las cenizas que se disuelven en lo irreal, lo irreal... lo irreal que me tortura y me abofetea a causa de su tremenda realidad, de su tremenda verdad, a causa de sus gritos y sus susurros, a causa de sus miradas, a causa de su respiración.

Las cenizas también ahora se desprenden de mi pelo, y sobrevuelan el aire, y las veo caer lentamente, las veo tocar el suelo, y volver a volar mínimamente hacia arriba, y volver a tocar el suelo para depositarse allí, donde, finalmente, se entremezclan con el agua de mi historia indescriptible y finita, y cae, lenta, muy lentamente, por las rejillas de la alcantarilla que va a dar a lo inexiste que de vez en cuando, pasado el tiempo, volverá a retumbar en mi cabeza para volver a intentar instalarse en mis pupilas, en mis párpados y en mis pestañas.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hay en Argentina un vasta extensión de terreno con sensores de luz en agua ultradestilada para detectar la fisión de unas partículas de altísima energía -superior a la que se puede producir en los aceleradores de física de altas energías-, que se supone que provienen de la explosión de las supernovas -es sólo un postulado, una teoría ad hoc-, y estan más cerca de la velocidad de la luz "c" de los que puede producir el hombre. ¿Qué opinas sobre el orígen de estas partículas?.

Dann dijo...

"- Me voy a suicidar.
- Estás bien? espero que sí ^^"


Sooon...cosas que dice la gente...