miércoles, 31 de octubre de 2007

Quieres que alguien te de respuestas a todo. Quieres que alguien te prometa que seras feliz y que estarás libre de cualquier peligro.
Quieres respuestas y respuestas. Y seguridad. Que alguien te asegure todo lo que tienes. Y todo lo que piensas.


No paras de preguntar qué pasaría en anarquía si.... y si... ¿y si...? Buscas que te lo den todo en bandeja. Venga, vamos a decir la verdad. Tú no quieres una anarquía, ni nada de eso. Sí. No tengas miedo a decirlo. Tú no quieres luchar contra nada, ni quieres destruir esta sociedad ni nada. Lo único que te interesa es que te lo aseguren todo. Tener la puta certeza de que tú vas a tenerlo todo. Necesitas que alguien te asegure y te proteja tu salud, tu educación, tu integridad física, tus odiosas posesiones materiales... todo. No quieres que te falte nada. Nada de nada. No quieres verte solo ante el peligro. Tienes incrustada en tu puta cabeza toda la basura con la que te adoctrinan desde enano.


Quieres que alguien o algo te ayude y, ante todo, te proteja.
Y tú me preguntarás. "¿Que me proteja de qué?"
Y yo te respondo: de la libertad.

Sí, sí. No me he vuelto loco.
Te lo repito por si todavía no te lo crees: necesitas a toda costa que alguien o algo o las dos cosas o lo que sea, da igual, TE PROTEJA DE LA LIBERTAD.

Lo sé, lo sé. Sé que asimilar esta verdad para tí es muy duro. Pero tienes que aceptarlo de una vez por todas. Tienes miedo a la libertad. Miedo a encontrate solo. Sin nadie que te diga:

"Usted, tiene derecho a esto y a esto y a esto y a esto y a esto también. Si
pierde o le quitan algo le indemnizaremos, y le repararemos los daños. Todo por
su felicidad. Tiene que saber que todos tenemos deberes y derechos. Así que tiene el
deber de hacer esto y esto y eso también. Si no cumple sus deberes será penado y
tendrá que hacer esto y esto y eso también. Todo por su seguridad. Y por su
felicidad. Y por su libertad."


Necesitas que te controlen la vida. Necesitas que alguien vigile tus pasos. Necesitas que alguien controle todo lo que haces. Y que alguien tenga solución a todo. Necesitas que haya alguien que controle todo. Tienes terror a decidir tú mismo lo que a tí te incumbe. Tienes miedo a pensar y a buscar soluciones a los problemas que puedan surgir en la vida. Tienes miedo a enfrentarte a problemas. Necesitas que alguien te los liquide de antemano.


Ya era hora de reconocerlo.
Tu miedo es ese: que no haya nadie que resuelva tus dificultades. Que no haya nadie que lo maquine todo. Que no haya nadie que te diga qué tienes que hacer a cada minuto y cómo lo tienes que hacer. Tienes miedo a que no exista alguien o algo que te asegure que nadie te hará daño, que nadie te robará, que nadie te insultará... Y quieres que haya alguien que te diga que si, a pesar de todo, te roban o te hacen daño, el que lo haya hecho recibirá un castigo; necesitas saber que alguien castigará al que te haya hecho algo que no te gusta. Tienes miedo a que no haya nadie que te diga qué hacer para que no te hagan sufrir. Miedo a que no haya alguien que te asegure una supuesta libertad. Y tu felicidad. Y tu seguridad.

Buscas desesperadamente algo o a alguien que pueda arreglar todo lo que tú quieras. Buscas algo que te sostenga. Tu día a día consiste en eso, en encontrar alguien o algo que te asegure que nada saldrá mal, que hay soluciones para todo. Que pueda asegurarte que tu vida no será complicada, que siempre habrá alguien a tu lado diciéndote lo que tienes que hacer para que todo vaya bien. Quieres tener tu existencia controlada minuto a minuto.
Necesitas atarte a algo. O a alguien.



Prefieres que te engañen, que te sometan, que te opriman, que te vigilen... prefieres todo eso antes que vivir en libertad. Sí. Te da igual que te exploten si es con la garantía de que seras feliz y estarás seguro ante cualquier problema.




Ésa es la verdad. Ahora que la sabes, tú veras lo que haces...

sábado, 27 de octubre de 2007

Esto va sobre cómo la vida puede terminar sin más.

Sobre cómo todo se puede convertir en una mierda.

Sobre cómo todo puede seguir igual. Hecho una mierda.

Y sobre cómo todo puede cambiar rápida o lentamente.

Esto va sobre la rabia. Sobre luchar. Y gritar.

Esto va sobre la sangre y las lágrimas.

Esto va sobre la nada. Y sobre el todo. Pero más bien trata de la nada.

Sí.

Esto trata sobre cómo se puede llegar a no tener nada que perder. A no tener nada. Y tenerlo todo.

Esto trata cómo, a pesar de todo, se puede llegar a sonreir. Y a sangrar. Y a derramar agua salada por los ojos.

No lo dudes.

Esto trata sobre todas esas cosas.

Trata sobre lo que no tiene importancia.

Trata sobre la importancia de lo que no tiene importancia.

Sobre la vida.

Y la muerte.

Esto trata de la revolución. De la anarquía.

El todo y la nada.


Sobre la furia.

Sobre la escoria.

Sobre lo más bello que pueda existir.

Sobre lo contradictorio.

Sobre lo incomprensible.

Sobre lo que es exacto.

Sobre la necesidad de molestar al que se lo merece.

Sobre la necesidad de destruir para crear.

Sobre la destrucción. Y la creación.

Sobre la alegría.

Y sobre el dolor.

Trata de la alegría y del dolor.

Sí.

Claro que sí.

Esto trata sobre cómo comienza la vida y cómo termina sin darnos cuenta.

Esto habla sobre lo bello de la muerte.

Y también sobre lo horroso de la muerte.

Sobre el todo y la nada.

No trata sobre lo intermedio. Claro que no.

Esto habla del cambio.

Y también de la rutina.

Habla de la ignorancia. Y de la inteligencia.

Esto va de la mierda. Del olor a mierda.

Esto trata sobre lo bueno y lo malo.

Trata sobre el depertar.

Trata del que se despierta.

Sobre el que mata y el que muere.

Sobre las dos cosas a la vez.

Sobre cómo se puede morir matando.

Sobre cómo se puede vivir matando.

Trata sobre el odio.

Trata del amor.

Y de la rabia.

Esto habla sobre muchas cosas más.

Habla de todo. Y de nada.
...



Sí.

Exacto.

Acertaste.


Esto trata de mi...Y de ti.


sábado, 20 de octubre de 2007

15 tios. O tal vez sean 20. O treinta. Tal vez solo haya diez.
No lo sé.

Pero ese no es el tema.
El Tema es que hay muchos tios cerveza y cigarro en mano, en el bar, gritando a la tele: ¡¡GOOOOL!!
Un montón de tios borrachos metidos en una bar. Un montón de tios borrachos gritando a la televisión del Bar: ¡arbitro, hijo puta! Sí. Un bar a rebosar de tios diciendo que eso es falta y que quieren matar al arbitro.
Saltando y gritando GOL. O penaltiiiii.

Un bar lleno de tios borrachos y fumados diciendo que menudo partidazo de furbo están viendo. O diciendo que es una puta mierda.
Comiendo. Bebiendo. Fumando. Gritándole a la televisión que los del otro equipo son unos cabronazos.

Un montón de tios intentando dar algún sentido a sus vidas de mierda. Inténtandole buscar algun sentido metiéndose en el bar a beber y a ver un partido de fútbol. Deseahogando sus repugnantes y rutinarias vidas.

Esa es la vida que tienen.


Roja. Eso es Roja. Tarjeta rojaa. Ésto es lo que gritan. Y muchas otras cosas. Y la verdad es que se toman muy en serio esa basura. Tal vez el partido no les importe. Tal vez sea otro el motivo.
Tienen que llenar el vacío de su mierda de existencia. Tienen que distraer su atención prestándole atención a alguna mierda para no poder darse cuenta de que su vida no vale la pena.


Y esas son sus vidas. Sí. Triste pero cierto. Triste. Y muy cierto.
Los Sábados. Y los Domingos. Sábados y Domingos. Todos los fines de semana se meten en el bar más cercano para emborracharse. Para beber una burrada de cerveza. Y para meterse dos cajetillas de tabaco. O unos cuantos porros. Para beber y fumar y, por supuesto, para ver el partido de fútbol. Y para chillar a la televisón que ese jugador es el mejor del mundo. Que el árbitro está comprado. Que eso es penalti. Para chillar: gooooool. Necesitan rellenar su vida haciendo eso.


Supongo que tienen que hacer algo para conseguir olvidar que su vida es una puta y verdadera mierda.

Supongo que lo hace mucha gente. Supongo que mucha gente necesita hacer algo para tapar su desgracia, que es su vida.
Unos se meten en el bar y se emborrachan. Otros se refugian en la televisión. Otros en las revistas del corazón. Otros en los puticlubs. Otros en la lotería. Otros en su propio trabajo. Otros en libros de autoayuda. Otros en la música. Otros...

Supongo que lo hace todo el mundo. Supongo que lo hace mucha gente.
Supongo que la gente necesita tapara su mierda refugiándose en mierda. Supongo.



Todos esos tios. Metidos en un bar. Borrachos. A gritos con la tele. Viendo el furbo. Gritando que su equipo es el mejor. Gritando. Diciendo que mataría a los del otro equipo. Gritando que le quiere quemar la casa al árbitro. Diciendo que menudo golazo. Cerveza y cigarro en mano. Chillándole a la televisión...



Imagino que lo hace casi todo el mundo.


Imagino que hacen todo eso para intentar olvidar que sus vidas son una puta basura...


...



jueves, 18 de octubre de 2007

No tengas miedo.
Adelante.
Estás a un solo paso de conseguirlo. No tengas miedo.
Toda una vida esperando este gran momento.
Toda una vida esperando escapar de todo lo que te oprime.
Toda una vida obedeciendo y agachando la cabeza. Y toda una vida queriendo acabar con todo eso.
Atrévete.
Suéltate.
Adelante.
Aún estás a tiempo.
Venga.
Vamos.
No lo dudes ni un instante más.
Siempre has querido hacerlo, pero nunca te has atrevido.
Y ahora puedes.
Estás a tiempo.
Siempre quisiste acabar con todo aquello que odiabas.
Pero nunca diste el primer paso.
Y ahora ya lo has dado. Así que no te eches atrás. No lo tires todo por la borda.
Ahora solo estás a un paso.
Un único paso.
A un único paso de hacer lo que siempre has querido.
De ser libre. De dejar de esclavizarte en tu trabajo y, en general, en tu vida. De empezar hacer lo que tú quieres y no lo que otrxs te imponen. De no seguir viviendo muerto y de empezar a vivir de verdad.
Estás a tiempo de ser libre.
Lo deseas con todas tus fuerzas
así que...
Venga.
Vamos.
Escupe tu miedo.
No tengas temor.
Suéltate.
Adelante...



No eres especial.

Ni superior.


¿Por qué esa puta insistencia en querer superarte a todo y a todxs lxs demás? ¿Cuál es la razón? ¿Por qué tienes esa maldita manía en querer mostrarte por encima de todo? Eres un mierdas. Bueno, menos que éso.



Hijo de la gran puta. No me mires por encima del hombro. No me muestres tu currículum y tu coche Mercedes y tu ropa de marca y tus chalets adosados y tu reloj de oro y tus dientes blancos y tu cartera llena monedas y tu empresa... Por favor, no me enseñes todo eso. Eres un imbécil si lo haces, ya que me estarás mostrando lo peor de tí. Así es.


Me das pena. Me da pena ver cómo fardas de tu asquerosa y vomitiva vida. Siento pena cuando dices ser superior a mí, y a ése y a ésa otra y al de más allá. Tu lujosa vida me da mucha pena. Lo peor de todo es que esa pena casi siempre se convierte en un odio muy grande, y entonces en vez de pena, siento ganas de arrearte un puñeto y hacerte saltar tus brillantes dientes. Y verte chorrear sangre. Más y más sangre. Y no. No soy violento. Simplemente no me guardo mis deseos y mis sentimientos. No soy violento. Soy sincero. ¿Para qué voy hacer que siento envidia de tu vida? No quiero engañarte. Te quiero ser sincero. Y esa es mi sinceridad: tu vida me da pena y asco y odio, y un día te voy a dar un puñeto y te voy a rebentar la boca. Yo siempre soy sincero. Bueno... casi siempre.


Métete por el culo tu generosidad. Tu caridad. No quiero nada de tí. ¿No te das cuenta de que eres un gilipollas? ¿Te lo tengo que repetir? Vale, te lo repetiré: ¡eres un gilipollas! No eres un buen tío. Por mucho que me ofrezcas esto y lo otro y lo de más allá... tengo claro que eres un imbécil de mierda, que solo lo haces para mostrar que tienes de todo y yo no, que me puedes dar esto y lo otro y lo de más allá por que tú lo tienes y yo no... ¡Qué te jodan! No quiero nada tuyo. Vas por la vida ofreciendo cosas, mostrándote agradable, solidario, caritativo, generoso, bondadoso... ¡puaj! Vas por la vida intentado hacer ver a la gente que tú eres el mejor, que los demás son unos pobretones y que son inferiores. Te crees Dios, y es por eso por lo que, en realidad, NO EXISTES.


Lo peor de todo es que... ¡hay personas que se lo creen! Hay gente que se considera peor a tí. Hay gente que te ve por encima de ellxs mismxs. Eres un hijo de puta. De la gran puta. Un mierdas. Un cabronazo. Un idiota. Un imbécil. Un estúpido.



¡Anda! No desperdicies tu vida de mierda engañándote y haciéndote creer que eres superior. Que eres mejor. Haciéndote creer que eres especial.

No lo eres. Noooooooooooo lo eeeeeeeeressss. Joder. ¿De verdad que no entiendes todavía? ¿No lo cojes? ¿No lo pillas?

¡¿Te lo tengo que repetir?!

...


Pues no lo haré. Ya me he cansado. He perdido mi tiempo en escribir algo dedicado a tí. Qué tonto soy. Me has hecho perder el tiempo... Hijo de puta. De la gran puta.





Me has cabreado.

No quería llegar hasta este punto, pero me has inchado las pelotas.

Así que... te tendré que mostrar mi sinceridad. Te tendré que ser sincero...




viernes, 12 de octubre de 2007

La luz cegaba su visión. No veía nada.


Y de pronto gritó: "La puta luz, apártala de mis ojos ¡ya estoy harta, joder!".
Y fue en vano. Aquél que sostenía la puñetera luz nunca le haría caso.

"No te preocupues, este es el mundo real. La realidad. No tienes por que desear que te quite la luz de los ojos. Ahora solo ves destellos amarillos, blancos... éste es el mundo real. No tienes por que ver más allá. Es inútil. E innecesario."

"Quiero ver cómo es el mundo realmente. Todo eso que me cuentas es muy bonito pero... pero lo odio, lo odio. Odio esta visión. Todo el mundo la considera muy bella. Yo no. La odio. Me repugna. Sé que hay algo más detrás de esta luz cegadora. Sé que me estás mintiendo cuando dices que esta es la verdadera realidad. Sé que me quieres engañar, que me quieres hacer creer que esto es bello y magnífico. Para mi no lo es. Lo odio. Odio esta falsa realidad. Te odio a tí. Y a tu mundo. Os odio.
Quita esta luz de mi vista, coño, ¡quítala!"

"¡Cállate! No hay nada más bonito que esto. Este es el mundo en que te toca vivir y te tienes que aguantar. Te jodes. No hay nada más bello. Nada. Absolutamente nada. Este es el mejor mundo que puedes imaginar. Todos son felices. Todos trabajan y viven y rien. Todos aceptan este mundo por que no hay nada mejor que esto. Nada. Tú no eres más que una niñata de mierda. Te tienes que conformar con esto, por que esto es lo mejor. No tienes ningún derecho a ver más allá. No tienes ningún derecho a pedir algo más bello, por que no lo hay. Así que ¡cállate y disfruta!"

"¡Y una mierda! ¡Una puta mierda! No. No. No. Esto es una basura. A mí no me engañas. Todos esos que se esclavizan en sus putos trabajos de mierda, todos esos que se esclavizan a la sociedad de consumo. Materialistas. Esclavos. Están engañados. Cegados. Cegados por esta luz. Esta luz de mierda. Esta civilización. La que nos imponeis desde que nacemos. Esa luz cegadora que intenta hacer que veamos un mundo de felicidad. Pero yo solo veo esclavitud. Y mentiras. Y mierda. Yo no me creo todo esto. Yo ya solo siento odio. Odio hacia vuestro mundo de mierda. ¡VUESTRO MUNDO DE MIERDAAA! Odio esta luz. Sé que hay algo detrás. Sé que detrás está la verdad: la sangre, la rabia, la esclavitud, la civilización,la muerte... seres muertos viviendo, creyendo que viven, creyendo que son felices. Quiero ver más claramente esa realidad. Quiero luchar por cambiarla. A parta la luz de mis ojos. Apártala. Por favor. ¡Apártala!"

"Bla, bla, bla... Me da igual lo que digas. Esto es lo que hay. Y te jodes. Te jodes. Nunca apartaré la luz de tus ojos. Nunca. ¡Confórmate con este mundo! ¡Con esta realidad! Nunca podrás ver más allá. Por que no hay nada más allá. Esto es lo que hay. Te jodes. Eres una estúpida, incapaz de ver que no hay nada mejor que esto. Incapaz de ver que la gente es muy feliz, que no puede ser más feliz aún. Incapaz de ver que todos somos libres. Esta es la realidad. La mejor. Lo mejor. No hay nada mejor. Nada más allá. Nada.
Nunca podrás apartar la luz de tus ojos. Nunca. Por mucho que me lo pidas nunca la quitaré de en medio. Sigue suplicando. Me da exactamente igual."


Y la sangre de la chica aquella empezo a hervir. A hervir.

Y ya no suplico. No suplico más.
La furia se apoderó de ella.
Y se dió cuenta de que no tenía que suplicar. De que podía levantarse. Se dió cuenta.
Y se levantó con fuerza.

Y dió un manotazo fuerte hacia lo que tenía enfrente de su cara.
A la luz.

Y lo logró. Logró que desapareciese.
El ser humano que sostenía la luz huyo despavorido. Nunca había vivido algo como aquello. Nunca antes nadie se había rebelado de tal manera.

Y la luz cegadora desapareció.
Y todo aquello que siempre intuyó, lo vió claramente. Vió el horroso mundo. Un mundo que tenía que desaparecer. Tenía que pelear por crear un mundo mejor.
Lucharía contra todas esas luces que cegaban a la gente.
Acabaría con ese mundo odioso. Con la civilización.



Y la luz cegadora desapareció.

viernes, 5 de octubre de 2007

Y una lágrima rodó por su mejilla.
Una lágrima. Una lágrima de dolor y rabia. Una lágrima de sangre. Una lágrima de alegría.
El odio corroía su interior. Era demasiado. Ya no podía más. Estaba harto.
Harto de no hacer nada. Harto de callarse. Y de asentir a todo lo que le decían.
Estaba harto y no padía más. No.
Harto de ver cómo las cosas sucedían ante sus ojos y no hacía ni decía nada.
Harto de ser uno más.
Harto ser alguien ejemplar.
Harto de ser un ciudadano más.
Harto de formar parte de toda esa mierda que le rodeaba.


Odiaba con intensidad toda esa vida suya. Odiaba su vida. La odiaba. La llevaba odiando desde siempre, pero nunca se atrevió a aceptarlo del todo, siempre se calló, nunca dijo nada, y si lo hizo alguna vez fue en voz muy bajita. Le daba miedo reconocerlo. Pero siempre la odió. Siempre odió todo lo de su alrededor.
Pero había llegado el momento que tanto esperó. El momento que hubo de llegar mucho más pronto. Pero eso daba igual. Sucedió. Y eso era lo importante. Por fin. Ocurrió.

Todo cae por su propio peso.
Y esa rabia contenida durante tanto tiempo tenía que caer y explotar. Eso fue lo que sucedió. Explotó. Explotó con una fuerza extrema. El fuego ardía en su interior. Las cenizas de su anterior Vida, de esa Vida de mierda que siempre había tenido, empezaron a gestarse rápidamente en su interior. ¡Buummm! Explotó. Y entonces, él se dió cuenta. Se dió cuenta de que toda esa rabia y ese odio contenido había estallado. Y notó que algo salía de sus ojos. Una lágrima. La lágrima tan esperada. Y entonces empezó a llorar. Y lloró. Y gritó. Gritó con intensidad. Chilló. Saltó y gritó y chilló y lloró. No podía parar. Había llegado el momento. Gritó y saltó y lloró como nunca lo había hecho y como siempre lo había querido hacer. Una mezcla de alegría y rabia. De odio y amor. De dolor y felicidad. Una mezcla de todos sus sentimientos que nunca se había atrevido a reflejar, de todos esos sentimientos que a lo largo de los años había acumulado y ocultado. No quería que aquello acabase. Quería quedarse ahí, saltando y gritando y llorando. En aquel momento era el ser humano más feliz de La Tierra. Era libre. Al explotar toda esa rabia y ese odio que siempre ocultó, al despojarse de ese miedo a hablar, a gritar, a luchar... alcanzó la libertad. Al despojarse de la mierda de vida que siempre había tenido, la alcanzó. La libertad. Libre. Por fin.



No había marcha atrás. Ya no. A partir de ahora comenzaba una nueva época para él. La mejor época de su vida. Tiraría a la mierda la vida que siempre tuvo y comenzaría una nueva época. Una época de libertad, de lucha, de protesta, de grito, de anarquía. A partir de ese momento todo daba un giro de 180 grados. A partir de ese momento lucharía, jodería todo lo que odiaba, no obedecería a nadie, solo a sus sentimientos. Lucharía y atacaría a todo aquello que le provocaba repugnancia. No dejaría de luchar nunca.
A partir de ese momento ya nada sería como antes. Todo cambiaba.

Empezaba para él una nueva época.
Una nueva vida.