Quieres respuestas y respuestas. Y seguridad. Que alguien te asegure todo lo que tienes. Y todo lo que piensas.
No paras de preguntar qué pasaría en anarquía si.... y si... ¿y si...? Buscas que te lo den todo en bandeja. Venga, vamos a decir la verdad. Tú no quieres una anarquía, ni nada de eso. Sí. No tengas miedo a decirlo. Tú no quieres luchar contra nada, ni quieres destruir esta sociedad ni nada. Lo único que te interesa es que te lo aseguren todo. Tener la puta certeza de que tú vas a tenerlo todo. Necesitas que alguien te asegure y te proteja tu salud, tu educación, tu integridad física, tus odiosas posesiones materiales... todo. No quieres que te falte nada. Nada de nada. No quieres verte solo ante el peligro. Tienes incrustada en tu puta cabeza toda la basura con la que te adoctrinan desde enano.
Quieres que alguien o algo te ayude y, ante todo, te proteja.
Y tú me preguntarás. "¿Que me proteja de qué?"
Y yo te respondo: de la libertad.
Sí, sí. No me he vuelto loco.
Te lo repito por si todavía no te lo crees: necesitas a toda costa que alguien o algo o las dos cosas o lo que sea, da igual, TE PROTEJA DE LA LIBERTAD.
Lo sé, lo sé. Sé que asimilar esta verdad para tí es muy duro. Pero tienes que aceptarlo de una vez por todas. Tienes miedo a la libertad. Miedo a encontrate solo. Sin nadie que te diga:
"Usted, tiene derecho a esto y a esto y a esto y a esto y a esto también. Si
pierde o le quitan algo le indemnizaremos, y le repararemos los daños. Todo por
su felicidad. Tiene que saber que todos tenemos deberes y derechos. Así que tiene el
deber de hacer esto y esto y eso también. Si no cumple sus deberes será penado y
tendrá que hacer esto y esto y eso también. Todo por su seguridad. Y por su
felicidad. Y por su libertad."
Necesitas que te controlen la vida. Necesitas que alguien vigile tus pasos. Necesitas que alguien controle todo lo que haces. Y que alguien tenga solución a todo. Necesitas que haya alguien que controle todo. Tienes terror a decidir tú mismo lo que a tí te incumbe. Tienes miedo a pensar y a buscar soluciones a los problemas que puedan surgir en la vida. Tienes miedo a enfrentarte a problemas. Necesitas que alguien te los liquide de antemano.
Ya era hora de reconocerlo.
Tu miedo es ese: que no haya nadie que resuelva tus dificultades. Que no haya nadie que lo maquine todo. Que no haya nadie que te diga qué tienes que hacer a cada minuto y cómo lo tienes que hacer. Tienes miedo a que no exista alguien o algo que te asegure que nadie te hará daño, que nadie te robará, que nadie te insultará... Y quieres que haya alguien que te diga que si, a pesar de todo, te roban o te hacen daño, el que lo haya hecho recibirá un castigo; necesitas saber que alguien castigará al que te haya hecho algo que no te gusta. Tienes miedo a que no haya nadie que te diga qué hacer para que no te hagan sufrir. Miedo a que no haya alguien que te asegure una supuesta libertad. Y tu felicidad. Y tu seguridad.
Buscas desesperadamente algo o a alguien que pueda arreglar todo lo que tú quieras. Buscas algo que te sostenga. Tu día a día consiste en eso, en encontrar alguien o algo que te asegure que nada saldrá mal, que hay soluciones para todo. Que pueda asegurarte que tu vida no será complicada, que siempre habrá alguien a tu lado diciéndote lo que tienes que hacer para que todo vaya bien. Quieres tener tu existencia controlada minuto a minuto.
Necesitas atarte a algo. O a alguien.
Prefieres que te engañen, que te sometan, que te opriman, que te vigilen... prefieres todo eso antes que vivir en libertad. Sí. Te da igual que te exploten si es con la garantía de que seras feliz y estarás seguro ante cualquier problema.
Ésa es la verdad. Ahora que la sabes, tú veras lo que haces...