viernes, 5 de octubre de 2007

Y una lágrima rodó por su mejilla.
Una lágrima. Una lágrima de dolor y rabia. Una lágrima de sangre. Una lágrima de alegría.
El odio corroía su interior. Era demasiado. Ya no podía más. Estaba harto.
Harto de no hacer nada. Harto de callarse. Y de asentir a todo lo que le decían.
Estaba harto y no padía más. No.
Harto de ver cómo las cosas sucedían ante sus ojos y no hacía ni decía nada.
Harto de ser uno más.
Harto ser alguien ejemplar.
Harto de ser un ciudadano más.
Harto de formar parte de toda esa mierda que le rodeaba.


Odiaba con intensidad toda esa vida suya. Odiaba su vida. La odiaba. La llevaba odiando desde siempre, pero nunca se atrevió a aceptarlo del todo, siempre se calló, nunca dijo nada, y si lo hizo alguna vez fue en voz muy bajita. Le daba miedo reconocerlo. Pero siempre la odió. Siempre odió todo lo de su alrededor.
Pero había llegado el momento que tanto esperó. El momento que hubo de llegar mucho más pronto. Pero eso daba igual. Sucedió. Y eso era lo importante. Por fin. Ocurrió.

Todo cae por su propio peso.
Y esa rabia contenida durante tanto tiempo tenía que caer y explotar. Eso fue lo que sucedió. Explotó. Explotó con una fuerza extrema. El fuego ardía en su interior. Las cenizas de su anterior Vida, de esa Vida de mierda que siempre había tenido, empezaron a gestarse rápidamente en su interior. ¡Buummm! Explotó. Y entonces, él se dió cuenta. Se dió cuenta de que toda esa rabia y ese odio contenido había estallado. Y notó que algo salía de sus ojos. Una lágrima. La lágrima tan esperada. Y entonces empezó a llorar. Y lloró. Y gritó. Gritó con intensidad. Chilló. Saltó y gritó y chilló y lloró. No podía parar. Había llegado el momento. Gritó y saltó y lloró como nunca lo había hecho y como siempre lo había querido hacer. Una mezcla de alegría y rabia. De odio y amor. De dolor y felicidad. Una mezcla de todos sus sentimientos que nunca se había atrevido a reflejar, de todos esos sentimientos que a lo largo de los años había acumulado y ocultado. No quería que aquello acabase. Quería quedarse ahí, saltando y gritando y llorando. En aquel momento era el ser humano más feliz de La Tierra. Era libre. Al explotar toda esa rabia y ese odio que siempre ocultó, al despojarse de ese miedo a hablar, a gritar, a luchar... alcanzó la libertad. Al despojarse de la mierda de vida que siempre había tenido, la alcanzó. La libertad. Libre. Por fin.



No había marcha atrás. Ya no. A partir de ahora comenzaba una nueva época para él. La mejor época de su vida. Tiraría a la mierda la vida que siempre tuvo y comenzaría una nueva época. Una época de libertad, de lucha, de protesta, de grito, de anarquía. A partir de ese momento todo daba un giro de 180 grados. A partir de ese momento lucharía, jodería todo lo que odiaba, no obedecería a nadie, solo a sus sentimientos. Lucharía y atacaría a todo aquello que le provocaba repugnancia. No dejaría de luchar nunca.
A partir de ese momento ya nada sería como antes. Todo cambiaba.

Empezaba para él una nueva época.
Una nueva vida.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Risas de niños vándalos demasiado jóvenes para entender de la vida, pero lo suficiente maduros para saber lo que no quieren.

Rabia de adultos "inmaduros" que no piensan aguantar ni un segundo más su vida ultracongelada y prefabricada.

De todo. Ahí fuera, mayores y menores, pequeños y grandes, deseando que todo caiga.

Los pilares de la Realidad se tambalean...

Anónimo dijo...

en realidad no doblan por nosotros sin embargo nuestra lucha no es de un dia o de un fin de semana es de todos los dias hora a hora minuto a minuto no bajar los brazos jamas y seguir en pie de lucha!!!

Anónimo dijo...

Muy buen blog....chaval se me cuida ehhh...jeje


desde malos aires, argenchina.


::el lobizon::


(que comentario bizarro jaja, es que no se me hace la de comentar, se nota verdad? jjaja)

Anónimo dijo...

hola que tal, es el mejor blog que he visto claro en contenido jeje sigue adelante me encanta tus textos ,ah a lo mejor me agregas mi msn es adrianita_drums@hot... y hablamos ok 1 bso adios